Notas Programa 5.- LE(S) GRAND(S) SIÈCLE(S)


Los Conciertos del Museo para las Familias

Música de cámara antigua, barroca, clásica y contemporánea
Museo Municipal de Bellas Artes de Santa Cruz de Tenerife
DOMINGO, 09 DE DICIEMBRE DE 2012 · 12:00 HORAS


LE(S) GRAND(S) SIÈCLE(S)
RECITAL DE MÚSICA FRANCESA PARA CLAVE
ALFONSO SEBASTIÁN ALEGRE, CLAVE 

 

En el periodo barroco las piezas instrumentales como las suites se prodigaron y las composiciones para instrumentos solistas se hicieron mucho más comunes de lo que lo habían sido hasta entonces. Curiosamente, la ornamentación melódica que asociamos sin duda a la música barroca era normalmente improvisada por los intérpretes y raramente era transcrita a las versiones impresas de la música de modo que la tradición y la escuela a la que pertenecía el ejecutante eran determinantes a la hora de dar la forma final al discurso melódico.

Nuevas técnicas como el tremolo y el pizzicatto se empiezan a usar en los instrumentos de cuerda y se desarrolla la tonalidad funcional gracias a los nuevos sistemas de afinación. Los instrumentos de teclado como el clave (llamado clavicémbalo en Italia, harpichord en Inglaterra o clavecin en Francia) y el órgano se usaban constantemente y la invención del bajo continuo, una forma novedosa de crear el acompañamiento armónico, abrieron nuevos caminos en la forma de leer, componer y, por supuesto, escuchar música.

El clave es un instrumento de teclado que produce el sonido mediante la acción mecánica de un plectro hecho con un cañón de pluma de ave sobre las cuerdas; recordemos en este sentido que en el piano, instrumento posterior, se consigue el sonido gracias a la percusión sobre las cuerdas de un martillo accionado por el teclado. El resultado de la acción del plectro sobre las cuerdas es un sonido claro, brillante y transparente que se desvanece rápidamente ya que el instrumento es incapaz de mantenerlo. El clave no tiene matices dinámicos, por lo tanto, todas las notas suenan con la misma intensidad independientemente de la energía suministrada al teclado por el instrumentista. Esta última característica del clave hace necesaria una técnica compositiva exquisita que consiga crear los momentos de tensión y distensión sonora imprescindibles para que la música sea expresiva. No menos importante es la experiencia del ejecutante que tiene que, a partir de la obra escrita, dotar de alma musical a lo interpretado utilizando un amplio repertorio de recursos técnicos. Los claves estaban hechos de maderas nobles como nogal y eran bellamente ornamentados con pinturas, auténticas obras de arte, de pájaros, flores, follaje o idílicas escenas pastoriles. El pan de oro era también muy usado en la decoración de estos tesoros musicales.

El clave decayó hasta su práctica desaparición al mismo tiempo que surgía un nuevo estilo de música, el Clasicismo, que dio a la humanidad los más reconocidos compositores de todos los tiempos. Pero fue eclipsado, sobre todo, por los grandes avances que se consiguieron en la técnica de construcción de pianos. Efectivamente, el nuevo instrumento de teclado tenía una gama de matices dinámicos que ensombrecían al vigor tímbrico del clave al tiempo que nutrían el afán creador de los nuevos compositores. Pero el clave nunca desapareció del todo. Hoy es imprescindible para hacer revivir la música de los grandes compositores barrocos y no pocos autores del siglo XX han recurrido a la cristalina armonía del clave para crear, desde otra perspectiva estética, nuevos universos sonoros.

Jesús Arias Villanueva, diciembre de 2012

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Mecanismo del clave

1 Tecla
2 Cuerda
3 Balancín
4 Soporte
5 Ratrillos
6 Lengüeta
7 Cañón de pluma 8 Apagador
9 Resorte

 

Próximo Concierto, domingo 16/12/12
Javier Lanis, piano
Cuadros de una exposición

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